Laia es nuestra orquídea phalaenopsis de hermosos pétalos amarillos con un exquisito e irreverente centro de color fucsia que atrae la mirada de todos. Ver a Laia por primera vez es una experiencia única. Parece que tus ojos se quedan paralizados con sus hermosas flores de suaves tonalidades amarillas que contrasta con ese centro color fucsia intenso. Cuando una contempla a nuestra orquídea Laia de pétalos amarillos se llena de una energía de creatividad, de optimismo y entusiasmo por la vida.
¿Quieres conocerla un poco más? Aquí te contamos la historia que conocemos sobre Laia, nuestra ussusi de pétalos amarillos.
Nace Laia una orquídea de pétalos amarillos
Se dice que Laia nació a inicios del mes de junio entre dos rocas enormes de una playa lejana al sur de la ciudad. Nadie sabe exactamente cómo sucedió o de dónde llegó. Solo se conoce que un día las dos rocas que habían estado frente a esa cálida playa por cientos de años, se percataron que entre ellas estaba alojada una hermosa planta natural de hojas verdes alargadas y sus raíces permanecían aferradas a la superficie lisa de ambos peñascos. Con los días la planta extendió una vara alargada y fina que se balanceada dulcemente con la brisa del mar. Días después, una mañana de sol intenso, de la vara de aquella planta surgieron unos brotes que se fueron abriendo lentamente. Mientras cada uno de los pétalos salía del reposo y estiraba sus delicadas formas curvas el sol se encargaba de teñir con sus rayos amarillos aquellas flores mágicas que empezaban a tener vida.
Laia creció en esa playa, iluminada por un sol de verano quien se regocijaba de verla cada mañana y de tocar con sus rayos aquellos suaves pétalos. Todos los días Laia vivía rodeada de amor puro que le otorgaban sus peñascos, el sol y la brisa cálida del mar. Al mismo tiempo, ella alegraba todo el paisaje a su alrededor con los hermosos colores de sus flores, sus conversaciones tan divertidas. Siempre carismática e irreverente. Desde muy pequeña destacaba entre todos los seres por su alegría, su nivel de creatividad y su mirada optimista.
Cuando Laia dejó de ser una orquídea pequeña, decidió emprender el rumbo hacia la ciudad y para no olvidar aquel lugar donde creció rodeada de amor, decidió teñir sus pétalos del centro de su ser de un color fucsia. De esa manera, siempre llevaría consigo aquel recuerdo de la playa donde fue amada intensamente.
En busca de un hogar
Actualmente Laia se encuentra buscando un nuevo hogar donde se sienta cuidada y querida. Uno de sus sueños es poder compartir sus días con una persona que ame la jardinería de orquídeas. Si conoces a alguien que desee mucho cuidar a una orquídea como Laia, estamos seguros que ella te agradecerá que le ayudes a llegar a un nuevo hogar donde pueda manifestar toda su belleza.